05 Feb Cómo hacer un buen Storytelling en tres pasos
En un mundo donde el tiempo se ha convertido en lo más valioso que tenemos, nos encontramos una audiencia o público mucho más exigente que antaño.
Y es que en un momento donde el usuario controla totalmente qué consume y cuando lo hace, unido al hecho de que los comunicadores y vendedores inclinan todo su esfuerzo en conseguir el tan ansiado “click” o “lead”, se genera el caldo de cultivo perfecto para que florezcan historias insulsas, sintéticas y superficialmente emotivas.
Tenemos así un escenario donde los consumidores son espectadores de anécdotas rápidas y sensacionalistas que no tocan fondo y que en última instancia se sumergen en el olvido.
Antes de entrar en materia vamos a conocer una historia que me merece la pena ser escuchada.
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Son las tres de la tarde en Central Park y un conocido publicista acompañado de un amigo pasea por el parque neoyorquino. En su camino se encuentran a un hombre sentado a la sombra de un árbol con una taza de metal enfrente de él y unos pocos dólares reposando en el fondo. A todo esto se le unía un trozo de cartón que hacía la vez de cartel, el cual, rezaba lo siguiente:
«Soy Ciego»
El publicista contemplando la escena se decide a proponerle a su amigo una apuesta:
– Si consigo aumentar el número de monedas que tiene ese hombre añadiendo 3 palabras me das 10 dólares.
– Hecho.
El publicista se acercó al hombre que yacía sentado con un semblante triste y le explico lo que quería hacer, el otro aceptó, no tenía nada que perder.
Al cabo de un rato el ritmo de monedas que entraba en la taza empezó a aumentar desmesuradamente e incluso comprobando con sus propias manos pudo observar como también tenía billetes dentro.
Al poco rato volvió a oír la voz del artífice del experimento.
– ¿Qué tal ha ido?
– Increíblemente bien, pero, ¿qué es lo que has añadido a mi cartel?
A lo que el publicista añadió:
– Simplemente:
«Es primavera y soy ciego»
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Es curioso cómo las vivencias o experiencias pueden ser contadas de diferentes formas sin dejar de perder su esencia y mensaje. En la historia anterior el punto que hizo inclinar la balanza de una simple incapacidad a un mensaje emotivo y que despierta empatía fueron simplemente tres palabras.
Es por eso que a continuación te voy a dar unos consejos de cómo debe ser tu historia para que el mundo la quiera escuchar, lo enganche y se haga viral.
Storytelling para niños
Uno de los mejores storytellers es sin lugar a dudas Walt Disney, y es que nos ha estado vendiendo historias desde nuestra más tierna infancia.
Sin embargo, con la llegada de Pixar y su mítica Toy Story, todo cambio e hizo que la balanza se inclinase hacia esta compañía que años más tarde fuera comprada por la gigante del famoso ratón debido a su incapacidad para adaptarse a los nuevos tiempos.
Si bien los efectos de estas películas eran muy buenos y la calidad en general no dejaba nada que desear, hay un punto que incluye la compañía Pixar que pone tierra por medio con sus principales competidores. Es el famoso discurso Pixar, un guión al cual se ajusta la historia de todas sus películas a la perfección.
La plantilla sería la siguiente:
Érase una vez ……………………………………………………………………… . Todos los días, ………………………………………………. . Un día ……………………………………………………. . Por este motivo, ………………………………………… . Debido a ello, ………………………………………………………Hasta que finalmente ……………………………………. .
Podemos sacar dos importantes conclusiones de esta plantilla:
- La historia se desarrolla durante un periodo de tiempo a medio/largo plazo.
- Hay un punto de inflexión que hace cambiar el comportamiento de los protagonistas permanentemente y que hace que tengan una misión que les guía.
Llevado esto al cómo contamos nuestras historias en las redes sociales, estas deben llevar un tiempo ser contadas para que se trasmita autenticidad y seriedad.
Lo siguiente sería el trasmitir una misión o propósito que nos mueve y que un día hizo que nos decidiéramos a empezar nuestra empresa, organización o idea.
Esto último sería el combustible que nos lleva a estar en un escenario hostil compitiendo contra otras agentes que ofrecen lo mismo que nosotros. De esta forma conseguimos transmitir que el dinero no es lo que nos mueve si no un simple resultado de la consecución de nuestros objetivos dentro del mercado.
El dinero debe estar fuera de la historia en todo momento y solo mostrarse como una recompensa que nos ayuda en nuestro camino.
En resumen, cuéntaselo como si fueran niños y te atenderán como a ningún otro.
Storytelling sin superhéroes
Una historia debe tener un protagonista que se enfrente contra las adversidades las cuales les suelen sobrepasar pero decide hacerlo porque lo mueve la pasión y su propia misión.
Como expliqué en uno de mis anteriores post Cómo Emprender O Aprender A Bailar Con El Riesgo ahora los superhéroes no son aquellas personas archi-famosas que conducen deportivos ni tampoco aquellas que salen en spots publicitarios ultra maquilladas y retocadas por expertos con eones de experiencia.
Los héroes actuales son personas normales que un día experimentan algo que les inspira a crear o emprender un viaje.
Estos héroes no tienen habilidades especiales cuando empiezan su camino ni tampoco un trato preferente en la sociedad, sino que lo van consiguiendo en el transcurso del mismo.
Es así que tus héroes deben marcarse objetivos que les hagan ponerse a prueba.
¿Quién no ha oído la típica historia del sujeto de turno que consigue amasar una fortuna y crear un imperio con trabajo duro y perseverancia?
Es decir, un producto que va encaminado a un segmento muy pequeño pero que logra triunfar por la pasión con lo que lo ofrecemos.
En la historia no debe haber atajos ni chalecos salvavidas (Padres con contactos, ayudas económicas, etc…). En resumen, lo difícil hace grande a la historia.
Un claro ejemplo es la compañía Hawkers, que estos días ha levantado nada más y nada menos que 50 millones de euros en una ronda de inversión. Ha llovido mucho desde que empezaron con tan solo 300 euros. (Fuente: Bienvenidos a la era Hackers )
¿Sus principales herramientas? El hype, la viralización y un mimo por su producto como ningún otro.
Como podéis ver, no hace faltan superhéroes para contar una historia que merezca la pena ser escuchada.
Storytelling contínuo
“Una buena historia nunca acaba”
- Cuéntaselo como si fueran niños.
- Usa el discurso Pixar.
- No pongas superhéroes como protagonistas.
- Relata las dificultades a las que te enfrentas.
- Haz que la historia nunca termine.
Gracias por leer
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